miércoles, 27 de enero de 2010



Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie.Las palabras no se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno. Entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.

Eduardo Galeano,"El libro de los abrazos"



Uno no se siente de aquí, o de allí. Uno se siente vivo o no se siente. Uno vive no sólo notando cada sístole, cada diástole; uno sabe que vive cuando cada pálpito tiene sentido, un "porque". Hay días que el corazón bombea, sí; pero no se sabe muy bien para qué; y la reminiscencia se apodera del sin sentido.


Quizás no es esto, esto no es; y cuando asumíamos con certeza el lugar donde estábamos, nos hayamos perdidos, y cuando se está perdido no sirve de nada ser de aquí o de allá, uno simplemente, no se siente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario